Un mantenimiento deficiente del molde acarrea un deterioro de la calidad de la pieza y de las condiciones de moldeo hasta el punto que se requierá un procesado agresivo en vistas a obtener piezas de calidad aceptable. Aumentar las presiones de inyección y luego incrementar las fuerzas de cierre conduce a un proceso degenerativo de aumento de fuerza de cierre que a su vez conlleva un desgaste acelerado del molde.